Llegué con mis finanzas completamente desorganizadas. Tenía varios préstamos, tarjetas de crédito al límite y no sabía por dónde empezar. Su enfoque fue diferente a todo lo que había probado antes. En lugar de darme soluciones genéricas, analizamos mi situación específica y creamos un plan paso a paso que realmente podía seguir.

Como autónoma, mis ingresos variaban mucho de un mes a otro. Esto me generaba mucha ansiedad porque nunca sabía si podría cubrir todos mis gastos. El trabajo que hicimos juntos me dio las herramientas para gestionar esa incertidumbre y crear estabilidad incluso con ingresos irregulares.

Mi objetivo era prepararme para la jubilación, pero tenía muchas dudas sobre qué opciones eran mejores para mi situación. Lo que más me gustó fue que nunca intentaron venderme productos específicos. En cambio, me explicaron todas las alternativas disponibles y me ayudaron a entender las implicaciones de cada decisión.